Ahora ha llegado para ustedes el tiempo de actuar

Sanat Kumara 21 de diciembre de 2012

YO SOY Sanat Kumara. He venido una vez más.

Para ustedes que están encarnados ahora, hemos venido a prestarles la ayuda que es posible y necesario prestar.

Cada vez que llego y abro una nueva dispensación Divina para la transmisión de nuestros Mensajes desde las octavas etéreas a su denso mundo,  sostengo una larga y continua meditación y escojo cuidadosamente las palabras que puedan dar la máxima ayuda y apoyo en el momento presente.

Sé que muchos de ustedes están esperando esta enorme gracia y visitan nuestra página web en el internet muchas veces para asegurarse de que Dios y los Maestros no los han abandonado.

Si amados, entre más difícil es para los portadores de Luz, nuestros discípulos, mantenerse en el mundo físico, más deseo y aspiro venir y prestar una mano de ayuda a aquellos que ansían la liberación, a aquellos que  están listos con todo su ser para la percepción de nuestras energías de regeneración, que sin cesar derramamos en su mundo y también con nuestros Mensajes.

Sé que muchos de ustedes han estado esperando especialmente mi Mensaje de hoy.

Y esto es debido a que cada vez es más difícil para los portadores de luz mantener el balance del plano físico en el planeta.

Es verdad, ciertamente.

Permítanme recordarles aquellos momentos antes de encarnar, cuando les fueron dadas ciertas recomendaciones y exhortaciones.

Deben recordar su misión. Deben recordarla ahora.
Cada vez que alguna energía pesada del mundo trate de controlar su ser, deben recordar que es su deber no rendirse ante tales energías.

Cualquier energía negativa del pasado que se encuentre en su mundo y que los rodee densamente, debe ser superada con la ayuda de sus esfuerzos internos.

Es exactamente ahora cuando ha llegado el momento para ustedes de actuar.

Sus logros internos, que se manifiestan en forma de llamas en su corazón, en el resplandor de su aura, como la aureola en su cabeza, deben ser utilizados ahora.

Cualquier energía negativa que surge desde dentro de ustedes o que les llegue desde los alrededores, requiere de un trabajo inmediato para neutralizar esa negatividad.

Este es el trabajo interno en el plano de los pensamientos y en el plano emocional y astral. Este es el trabajo de sus músculos espirituales escondidos, que debieron desarrollar durante todos estos años que han estado leyendo nuestros Mensajes.

Es justamente ahora que deben trabajar.

Ya que el futuro del planeta Tierra depende de la efectividad del trabajo que están haciendo ahora en la superación de cualquier estado negativo.

Si logran manejar cualquier negatividad que merodea a su alrededor y si superan cualquier estado negativo de conciencia, esto servirá como garantía de que ninguna calamidad natural, catástrofe ecológica o golpe de estado se precipitará en el plano físico.

El trabajo sutil en la transformación de su propia conciencia y en el subconsciente es capaz de prevenir cualquier calamidad natural.

Y entonces, cuando las Huestes Ascendidas estén seguras de que un número suficiente de individuos encarnados pueden controlar el espacio a su alrededor y pueden manejar las energías de la materia, entonces se abrirán nuevas dispensaciones Divinas para el planeta Tierra.

Ahora ha llegado el momento de hacer el trabajo principal para el que han venido a encarnar.

El balance de las energías debe mantenerse constantemente con la ayuda de sus logros internos.

Su ego tratará de llevarlos por el camino incorrecto, culpando a otras personas, culpando sus gobiernos y autoridades.

Siempre hay fuerzas que tratan de usar cualquier energía negativa para desestabilizar activamente.

Lo fundamental en nuestra Enseñanza, que traemos sin cesar durante toda la historia de desarrollo de la humanidad, es que todo lo que les ocurre, les ocurre justamente porque ustedes mismos crearon las causas algún tiempo atrás.

Y ya que el mundo se está volviendo más sutil ahora, existe la oportunidad que se abre ante ustedes: manejar cualquier energía negativa en el plano de los pensamiento s y sentimientos, antes de que esas energías se precipiten en el plano físico en forma de huracanes y cataclismos.

Se les dan grandes oportunidades de transformación en el  plano físico por medio del cambio de conciencia.

La persona que ha logrado el nivel de conciencia del Cristo, es capaz de balancear el karma de muchas personas con las que tiene lazos kármicos y con quienes tiene cercanía y contacto inmediato.

Es por esto que la gente siempre trataba con reverencia a los santos que se asentaban en el área donde ellos vivían.

Ellos aprendían desde pequeños que el santo que se asentaba en su área era la garantía de que nada ocurriría a su tierra y su cosecha.

Y sus descendientes serían saludables y felices.
No es así en su tiempo.

El mundo se olvidó de la sabiduría antigua.

Y muchos que pretenden ser santos no lo son, y aquellos que son santos provocan molestia y aversión.

Como portadores de Luz, ustedes tienen la principal tarea de transmitir las guías correctas de conducta en el mundo.

Para esto necesitan confiar en la sabiduría interna que viene desde lo más profundo de sus corazones.

Para esta conexión interna con lo sagrado en su corazón, necesitan trabajo diario y permanente en sí mismos y en su conciencia.

Hay una ley del diezmo que dice que se debe dar una décima parte de todo a Dios.

De igual manera, la décima parte de su tiempo debe ser dedicada a las prácticas espirituales y a acciones que agraden a Dios.

No se olviden de Dios en el alboroto del día. En la plenitud del día, cuando las energías densas se acerquen a su cabeza, deben ser capaces de mantener en su memoria a Dios, al menos en una esquina de su conciencia, y así las tormentas y el estrés de la vida no los pueden amenazar.

Siempre preserven la pureza de sus corazones, sin importar las situaciones de la vida a las que se enfrentan. ¡Esto les ayudará a mantener la dirección correcta de su vida y siempre seguir el Camino Superior destinado para ustedes por Dios!

YO SOY Sanat Kumara. OM

La Mensajera es Tatyana N. Mickushina
Traducción al español de Gisel Sotelo