Un Mundo sin Falsedad

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Dios Dijo: 
En el mundo, existe el habla y existe la acción. Existe el sentimiento y existe la tranquilidad. Permitamos que sean verdaderos. Permitamos que todos ellos coincidan. Permitamos que se casen el habla, la acción, el sentimiento y la tranquilidad. Permitamos que sean Uno. Permitamos que las voces de todos ellos digan su verdad.
¡Qué lindo será el mundo sin la falsedad! ¡Qué lindo será cuando el habla y la acción sean lo mismo! ¡Qué lindo será el mundo cuando se sepa la verdad y solamente la verdad! Ya no tendrás que especular acerca de lo que alguien quiere decir, pues se querrá decir lo que se diga. Ya no habrá que adivinar ni preguntarse qué quiere decir alguien realmente, o si quieren decir algo en realidad. 
Todos dirán lo que sea verdadero para ellos. No se necesitará que se escriban ni que se promulguen leyes, porque la verdad expresa será la ley de la tierra. Cuando un producto se presente a sí mismo como maravilloso, entonces será maravilloso. Los publicistas no inventarán. Ya no serán los reyes el ganar dinero ni el inventar. El rey usurpador tendrá que abdicar. Se quitará la corona de fantasía. Se coronará a la verdad. La verdad tomará el trono, y prevalecerá. La falsedad es una ladrona, y se la conocerá por lo sinvergüenza que es.
¡Qué alivio! ¡Qué fácil será vivir en la tierra de la verdad, donde se teja la verdad sin importar cómo la cortes! ¡Qué fácil será escuchar la verdad, y qué fácil será decirla! No hara falta premeditación. Nadie tendrá que ser inteligente. Todo será sencillo, y cada palabra será la lisa y llana verdad.
¿Qué les sucederá a los políticos? Se convertirán en estadistas. Las estrategias serán cosa del pasado.
Nadie tratará de calcular qué es lo más apropiado que se pueda decir. No habrá cálculo. Existirá el hecho de decir lo que es.
Ya no existirán los «debería», ni el tratar de pensar en qué funcionará ni que es mejor decir o no decir.
Se ha dicho que la verdad te liberará. Ciertamente, con la falsedad, estás atado, y no eres libre. Con la verdad, miras a la vida a los ojos. No te engañas ni engañas a otra persona. ¡Recuperarás el poder! Basta de inmovilidad. Palabras claras. De un corazón al otro. Mirarás a todos a los ojos. Te mirarás a ti mismo a los ojos. Te pararás más erguido. Ya no habrá subterfugio. No se percibirá ocasión alguna para él.
Nadie sentirá que tiene que asumir un rol que no le corresponde. Nadie sentirá que tiene que ser distinto de lo que es. Nadie pensará que tiene que fingir que es mejor o más rico o más importante que lo que es. Nadie tendrá que admirar ni mirar por encima del hombro a nadie. Todos serán reales. No habrá lenguas bífidas.
¿Lo intentarás por un día? ¿Lo intentarás hoy? Hoy no permitas que una palabra que atraviese tus labios no represente tu verdad en este momento. De lo más pequeño a lo más grande. Cuando hagas esto, sentirás como si alcanzaras la cima de una montaña. Reivindicarás la verdad e izarás una bandera.