El Manto Azul de la Gracia, así llamado, es el espacio de la última Vibración y el tiempo de la última Vibración de la Conciencia que viene a clausurar el tiempo efímero, el tiempo de la ilusión.

El Manto Azul de la Gracia, así llamado, es el espacio de la última Vibración y el tiempo de la última Vibración de la Conciencia que viene a clausurar el tiempo efímero, el tiempo de la ilusión. Ese Manto Azul tiene la particularidad y la virtud de haceros pasar (en conciencia de ahora en adelante) del tiempo de la acción/ reacción de la Dualidad a la Acción de Gracia de la Unidad. Ese Manto tiene efectos desde las capas más densas de vuestra Presencia sobre este mundo, hasta las capas desconocidas por encima del Sí, de lo Ilimitado, del Samadhi y del acceso a la Verdad.

 

Los efectos son pues, múltiples pero como siempre, atributo de la Luz Una, Blanca, Vibral, ese Manto de la Gracia es muy simple cuando vivís los efectos. Así que, a través de mis palabras, os voy a dar una traducción pero esta traducción no es nada comparada a la vivencia de la Gracia. Esos efectos esperados y ya presentes para algunos de vosotros, están llamados (cada semana, cada día) a desplegarse, más y más en vosotros.

 

El Manto Azul de la Gracia viene de alguna forma, a realizar el despliegue de la Luz, el desvelamiento de la Unidad, el fin de las ilusiones sobre la Ilusión y el inicio de la verdad en la Verdad. Ciertamente, la Conciencia y todos los planos del ser que sois vosotros (desde las más densas y las más ilusorias hasta las últimas), participan de la misma ronda, de la misma Vibración, de la misma Gracia. Los tiempos de la Gracia que se abren son los Tiempos últimos. No es un fin, si no es para la personalidad y sus ilusiones. Es vuestro Despertar en las Moradas de la Gracia, en la Conciencia Turiya, en vuestra Eternidad. Es vivir la Libertad y la Autonomía, no esa ilusoria de la personalidad, sino la Autonomía y la Libertad del Absoluto que sois, de esta totalidad. Ese Manto Azul de la Gracia, en sus efectos Vibratorios y energéticos (incluso en los cuerpos densos), os abre (yo diría, de forma definitiva) a espacios mucho más allá de la Vibración, más allá de la Luz Blanca y de su percepción: os abre de hecho, a vuestra intimidad más clara, proporcionándoos vivir la experiencia, todas las experiencias que se os han aportado en estos últimos tiempos y explicado con palabras.

 

El Manto Azul de la Gracia es ante todo, un elemento de sanación. ¿Qué es lo que sana? Lo que sana, es lo que os hace creer en vosotros mismos, en este mundo. El Manto Azul de la Gracia viene a sanar las proyecciones de la propia Conciencia y sobre todo viene a poner fin, de manera resolutoria, al aislamiento. Ella os va a hacer descubrir de manera intempestiva o de manera calma, lo Ilimitado, el Qué Sois. En esos espacios de lo Ilimitado, la palabra maestra es Amor, Éxtasis, Felicidad, Plenitud a un grado (si se puede hablar así) que muy pocos seres humanos encarnados, incluso entre los más realizados, tienen acceso. Porque en el acceso a este Absoluto (que se os ha prometido por el Manto Azul de la Gracia), hay también la clara percepción de todas las Dimensiones de lo Creado y de lo Increado, la clara percepción de la no separación y de la no separatividad de la Luz. Exactamente al revés, a la inversa incluso, de lo que existe cuando los velos del olvido y de la ignorancia os recubren y nos recubren, en encarnación. Las leyes que se aplican cuando sois o cuando seréis revestidos del Manto Azul de la Gracia, no serán en absoluto las mismas. El Manto Azul de la Gracia confiere efectivamente, la posibilidad para la Conciencia, de ser realmente Libre, de no depender de una condición, sea la que sea, ya fuera kármica, ya fuera impuesta por vuestras Creencias o por la sociedad.

 

Ese Manto Azul de la Gracia es portado por tres Estrellas concretas: por MARÍA, por GEMMA (ndr: GEMMA GALGANI) y por mí misma. En tanto que Estrella ligada al Fuego, el Manto Azul de la Gracia es efectivamente un Fuego, un Fuego devorador que quema todas vuestras Creencias, vuestras ilusiones y también vuestras esperanzas o desesperanzas, a fin de haceros penetrar este espacio de Gracia de la Conciencia Turiya que yo he ilustrado durante mi vida, en muchas ocasiones. La Luz, por ese Manto Azul de la Gracia, os invita a danzar en la Luz, a danzar en el Sol, a danzar con vuestros Hermanos y Hermanas que estén ya revestidos del Manto Azul de la Gracia, concurriendo también a poner fin (de manera cada vez más evidente, incluso en la conciencia aun limitada) al velo de la separación.

 

Todo lo que es ilusorio, como yo decía, será quemado, consumido por el Amor, porque el Amor es un Fuego devorador que permite estableceros en vuestra propia Felicidad en vuestro propio Éxtasis, en vuestro propio júbilo, continuo y permanente, como si estuvierais en Fusión con vosotros mismos, con la Fuente, como si no hubiera más espacio para algún vacío, alguna aprensión, alguna duda. Un espacio en la Gracia donde todo es certeza, todo es evidencia y donde todo es (realmente, concretamente y prácticamente) Simple.

 

El Manto Azul de la Gracia, si os reviste, os permite pasar esta etapa de este mundo, muy particular, poniéndoos de alguna forma, en otra Conciencia que la de la persona que creéis ser, que los diferentes esquemas de funcionamiento que han sido construidos (por miedo, por ignorancia, por falta de lucidez). El Manto Azul de la Gracia también, concurre a reforzar la Simplicidad. Es de alguna forma, el último atributo que permite pasar la Puerta Estrecha, sin desorden, sin aflicción sino con la más grande de las certezas, con una Fe Absoluta. El manto Azul de la Gracia viene a quemar todo lo que es ilusorio. Viene a disolver los elementos que quedarían aun inscritos en cualquier karma que perteneciera a la personalidad o a la humanidad.

Ese Manto Azul de la Gracia pone fin al aislamiento. Os permite realmente a vuestra manera, Comulgar y comunicar con las otras Dimensiones, de Hermanos a Hermanos, de Hermanos a Hermanas, de Hermanas a Hermanos, en toda Libertad, de vivir el Éxtasis de la Comunión más allá de las máscaras de la personalidad, más allá de los conflictos. La Gracia os hace Libres, os restituye a vosotros mismos y os permite liberaros de todas las limitaciones de este mundo, en Verdad y en totalidad. Ser revestido del Manto de la Gracia es hacerse Cristo, es hacerse el Absoluto, es salir de las encrucijadas y problemas de toda personalidad. Es también el medio de realizar vuestra elección Vibratoria, de realizar vuestra Revelación, de realizar lo que sois, en la Eternidad y no en lo efímero.

 

Entonces, el Manto Azul de la Gracia, cuando está instalado, más allá de la Paz, del Amor, de la Alegría, confiere esta Felicidad total que nada puede alterar. No es una desconexión de este mundo (puesto que habéis jugado vuestro rol de Anclas y Sembradores de Luz) sino una Transfiguración de este mundo y de vuestro mundo. Esta Transfiguración es el último ornamento que os conduce a vuestra Resurrección, a fin de que esta Resurrección se haga sin que lo que es limitado en vosotros, pueda interferir de alguna manera.

 

El Manto Azul de la Gracia establece de manera definitiva, el Abandono a la Luz, dándoos acceso a ese Fuego devorador del Amor que no es solamente Samadhi, que no es solamente Éxtasis sino que deviene Intasis, es decir júbilo absoluto y supremo del Ser que se establece en la Verdad. En este júbilo Interior absoluto, no hay ningún espacio para la más mínima duda: todo se hace certeza, todo se hace Absoluto. Entonces, el filtro de la mente (aun presente, a causa de vuestra encarnación, cualquiera que sea vuestro acceso a esta Gracia) va a intentar encontrar las imágenes o las correlaciones pero os daréis cuenta muy rápido que no puede existir y que las imágenes obtenidas o las correlaciones, incluso supuestas, son muy sosas en relación a la experiencias de vuestra vivencia de la Gracia.

 

Y por cierto, la Gracia no os pide otra cosa que instalaros en Ella, para que, estando en encarnación, os convirtáis vosotros mismos en esta Gracia. Haciendo que encarnéis más allá de la Luz, la Conciencia total de Cristo, de la Luz Blanca, de la Luz Azul, de realizar en los cuatro pilares del Corazón, vuestra Presencia, ayudados, en Comunión por el Arcángel URIEL y por nosotros, las Estrellas que Vibramos en este Manto de la Gracia. El Fuego que sentís, o que vais a sentir, sea en vuestras noches, por la mañana al despertar o en diferentes lugares de vuestro cuerpo, en otros momentos, es la instalación del Manto Azul de la Gracia. Es ese Fuego el que pone fin a vuestra propia ilusión, a vuestras propias capas llamadas cuerpos groseros o ilusorios, a partir del más denso (ese cuerpo nutricio o cuerpo físico) hasta el más elevado (que fue llamado cuerpo causal). Quemáis pues, todo lo que debe ser quemado y es un Fuego de Alegría porque es un Fuego de Reencuentros con vuestra Esencia y vuestra naturaleza, donde todo es Alegría, todo es Amor.  tomado de texto de Ma. Ananda Moyi.

 

Acerca de Emisaria Amor

Exorcista y Terapeuta Esenia
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