2026 es el año en el que todos hemos estado esperando, el año en el que todas nuestras esfuerzos, todas las visiones que descendieron de nuestras almas, y todo lo que sembramos, darán frutos.

Diciembre, portal 12/12 de este año de transición.

Amados

Comenzamos diciembre, el último mes y el portal 12/12 de este año de transición, con otra señal cósmica importante de nuestra entrada en los mundos de las almas iluminadas:

Neptuno termina su estancia en la constelación de Piscis, y como cada año, el sol está en conjunción con Antares, una de las cuatro estrellas principales en la constelación de Escorpio.

Antares representa la fuerza del corazón, el valor de ser amor y de amar a todas las personas por igual. Este portal solo puede atravesarse con el corazón y la mente abiertos, porque en nuestro camino no pueden coexistir pensamientos, intenciones y acciones opuestas.


Neptuno, directo en la constelación de Piscis, el duodécimo signo del zodiaco, que nos ayuda a trascender lo antiguo y a entrar en un estado más unificado y soberano, seguirá promoviendo la sanación kármica colectiva que está ocurriendo en este tiempo.

Porque muchas almas de la tercera dimensión finalmente despiertan de la ilusión y ascienden al reconocer quiénes son realmente.

El Sol en conjunción con Antares, Neptuno, Saturno y previamente Plutón marca el fin y el comienzo de la humanidad como alma empoderada y en evolución. Porque todos somos Uno, que regresa a la Fuente y recuerda la unidad en un mundo de dualidad.

Muchos de ustedes ya llevan esta unidad en su plantilla de doce dimensiones y se están uniendo cada vez más al recuperar su codificación auténtica y las funciones originales del ADN, activar su misión y encontrar unidad en ustedes mismos y en su vida.

Porque traer la síntesis a nuestra vida fue para muchos el paso más difícil, ya que tuvieron que transformar toda su vida, soltar relaciones, renunciar a trabajos y construir una nueva vida en un nuevo orden divino.

El doce también es el número que representa el mes de diciembre (12 más el número 9 del año universal da 21, menos 3).

Un número que también representa el patrón masculino, la esencia ardiente y poderosa de lo antariano que muchos de ustedes llevan dentro para restaurar lo Divino-Masculino.

Nos guía hacia este nuevo año de fuego y aire y nos ayuda a recuperar nuestra codificación solar. Porque ha llegado el momento de pasar de la restauración femenina a la corrección y sanación masculina, ya que mucho de lo que sucede en nuestro planeta se debe a lo masculino distorsionado.

El número 3 representa la unión de la Trinidad, que muchos de nosotros ahora encarnamos como una etapa previa a la unidad.

Esto implica la sanación completa, corrección, regeneración y activación de todos nuestros canales del cuerpo de luz, porque el ascenso no ocurre simplemente leyendo sobre ello o por la mera presencia en el planeta. Requiere trabajo interior, la intención de cambiar hábitos y coherencia e integridad completas.

Las energías antarianas que nuestro planeta encarna nos ayudan en esta última fase de nuestro viaje a perdonar y soltar.

Abrimos nuestro corazón, trabajamos en la regresión de nuestra alma para entrar en una nueva línea temporal con gratitud y una comprensión más profunda o neutralidad divina hacia todas nuestras experiencias del ciclo pasado.

Así podemos abrir y recibir nuestros corazones nuevamente, porque lo que aceptemos a continuación será una forma diferente de amor que nos dará lo que necesitamos para nuestro crecimiento.

Solo cuando encarnamos el amor podemos sanar nuestros corazones y superar la culpa, el remordimiento, la auto-represión y la separación del alma, todo lo que cierra nuestros corazones al amor.

Esta conjunción desencadenará en muchos de ustedes que ahora están listos para aceptar su verdadero ser una poderosa activación de su línea antariana. Así recuperarán su poder y sabiduría para servir a otros de manera única y recordar su verdadero ser y la sabiduría de sus ancestros de la galaxia.

Comenzamos el mes con la última superluna en el signo de Géminis y la cuadratura entre Marte y Saturno. Esto simboliza la invitación cósmica a la humanidad para cambiar lo que no funciona y crear nuevas estructuras, nuevas formas de energía y modos de vida que apoyen nuestra nueva frecuencia y conciencia.

Nosotros, como almas ascendentes, sentiremos esta sensación ahora más fuerte que nunca: la división se ha hecho aún más evidente, y debemos vivir con ella mientras las viejas estructuras se transforman gradualmente en formas más evolucionadas con el tiempo.


En estos tres años, muchos terminarán un ciclo kármico, representarán un mayor conocimiento y entrarán en un estado soberano.

Es un año del fuego, un año de acción, de salir de nuestro cuerpo mental, de todo lo que creamos en nuestra realidad física.

La época en la que soñábamos con quiénes queríamos ser ha terminado. Ahora es el momento de ser auténticos y vivir quiénes somos.

El elemento fuego nos invita a asumir la responsabilidad total de nuestro ser, quemar los restos del antiguo y transformar la ceniza en algo nuevo.

Renacemos nuevamente como seres iluminados, los que somos, como nos recuerdan las energías del Escorpión este mes.

Porque este fuego viene para borrar todo lo que no pertenece a nuestra realidad, a nuestro ser, para que podamos transformarnos y convertirnos en los seres alados que somos.

2026 es el año en el que todos hemos estado esperando, el año en el que todas nuestras esfuerzos, todas las visiones que descendieron de nuestras almas, y todo lo que sembramos, darán frutos.

Es un año de siembra, crecimiento y manifestación tangible, porque ya no vivimos en lo etéreo, sino en la tierra, donde venimos a transformar lo inverso, la opresión espiritual y todo lo que hemos sufrido como almas durante tantos años.

Sean responsables de su luz, de sus habilidades únicas, de su misión, de sus pensamientos, sentimientos y su papel único en la creación.

Solo ustedes han recibido del Dios la potencia de elección y decisión en este mundo. Usenla sabiamente para ustedes y para todos los demás, queridos.

Que comiencen a ser el ser iluminado de amor que son.

Con amor infinito,

Natalia Alba

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Exorcista y Terapeuta Esenia
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