Amada,

En esta fase de profundas revelaciones e iniciaciones, cerramos un ciclo de trascendencia y sanación profunda que ha llevado a muchos de nosotros al ascenso físico. Este ascenso no es más que la liberación de la densidad que ocurre cuando nos conectamos con nuestra alma y trascendemos los niveles inferiores.

Si somos lo suficientemente valientes para emprender esta transición, finalmente recibiremos todas las bendiciones que nos esperan mientras atravesamos este vacío de transición, uno de los muchos desafíos en el camino hacia la recuperación de nuestra soberanía y libertad.

Muchas almas de la tercera dimensión, los seres terrestres, también están recordando, trascendiendo y entrando en una nueva frecuencia y, por lo tanto, en un nuevo portal dimensional, mientras Saturno y Neptuno concluyen su viaje en Piscis. Neptuno no volverá a estar en Piscis hasta dentro de al menos cien años.

Porque esto es lo que muchos necesitan para despertar y entrar en una nueva frecuencia, disolver todos los lazos y contratos kármicos y reconectarse con lo Divino.

Ahora que el Sol está en Sagitario, estamos invitados a reencontrarnos con nuestro verdadero yo, transformando lo antiguo en algo más radiante, amoroso y armonioso para nosotros y para todo lo demás.

La sincronización con nuestro nuevo yo y espacio dimensional ha comenzado en todos los niveles; todo nuestro sistema de chakras, nuestra conciencia e incluso nuestro cuerpo físico se están moviendo hacia una nueva dimensión, aunque nuestra ilusión humana de la eterna inmutabilidad en este plano persiste.

Todo se desplaza hacia una frecuencia más alta, por lo que también deben cambiar nuestros hábitos y rutinas energéticas, ya que los mismos viejos hábitos, prácticas energéticas y patrones obsoletos que tanto nos gusta repetir no apoyan esta transición.

Las auroras boreales nos ayudan a entrar en este nuevo ciclo de amor al disolver muchas de las bajas frecuencias, distorsiones y anomalías en nuestro campo planetario así como en nuestros chakras inferiores, siempre que estemos dispuestos a enfrentar la carga que todos llevamos de esta y otras líneas temporales paralelas.

Las auroras boreales ahora protegen, calibran y mantienen las nuevas frecuencias de la Tierra que fluyen hacia el planeta y que muchos de nosotros estamos integrando mientras cerramos este año de trascendencia y realineación.

Mientras seguimos activando nuestra simultaneidad y multidimensionalidad, nos volvemos cada vez más conscientes del caos que dejamos atrás. Sin embargo, solo experimentaremos lo que elegimos y amplificamos con nuestra frecuencia. Por eso es tan importante desprenderse de lo antiguo y de cualquier forma de control.

Ahora es momento de despedirse de encuentros antiguos, hábitos y todo lo que aún nos mantiene en una frecuencia baja. Si queremos avanzar pero seguimos repitiendo los mismos pensamientos, hábitos y rutinas, la energía no se mueve, y aunque entremos en un nuevo ciclo o año, todo permanece igual.

Ahora que Neptuno y Saturno aún están en el signo de Piscis, es tiempo de cerrar viejos ciclos — en relaciones, en hábitos que nos debilitan y en todo lo que aún debemos soltar para convertirnos en quienes realmente somos.

Nuestra esencia neptuniana nos ha revelado todo lo que está oculto en las profundidades de nuestra alma, mientras que Saturno nos ha invitado a sacar todo a la superficie y dejarlo ir. Ahora es tiempo de comenzar un nuevo ciclo armonioso de creación consciente e integración.

Es momento de liberarse de la manipulación astral y de todas las ilusiones del mundo tridimensional y recordar quiénes somos. Porque ha llegado el momento, y estás llamado a cumplir la tarea única para la que solo tú has venido aquí en este momento.

Tú sabes quién eres.

Que tengas el valor de recordar y de estar firme en tu poder.

Con amor infinito,

Natalia Alba