Nos encontramos en un torbellino de cambios constantes y sin precedentes, por lo que es bueno simplemente calmarse, buscar el silencio y sentir el amor omnipresente de la Madre Tierra y lo Divino en nosotros.

Anoche, cuando introduje a mi grupo de seminario web en la transmisión de lo Divino Femenino (yo solo soy la herramienta de las Manos Divinas), tuve un momento en el que vi claramente cómo olas de hermosa energía espiral descendían sobre cada alma y ser viviente, en la Tierra, dentro de ella y a su alrededor.

Sí, la vieja Tierra se está desintegrando, y en secreto ocurren cosas enormes que ningún medio reporta, mientras que la Nueva Era Dorada irrumpe a una velocidad vertiginosa.

Lo Divino Femenino lleva en sí la energía espiral, la «energía serpiente», que no tiene nada que ver con la serpiente, sino más bien con la energía telúrica, la energía Kundalini, que ella encarna y lleva dentro.

Es la energía creativa más grande y poderosa.

Al entrar en sus catedrales de las catedrales en el nivel 354 de los niveles espirales de la creación, lo primero que llama la atención es que la catedral, con sus muchas cámaras y niveles, es redonda o abovedada. Lo Divino Femenino no solo abarca la espiral, sino también la esfera. El símbolo de la serpiente que se muerde la cola.

Las infinitas espirales y esferas de la creación misma.

En la construcción tradicional africana, las casas siempre se construían de forma circular. Al observar los símbolos en Newgrange y en los antiguos megalitos, ¡se encuentra la espiral por todas partes!

Trabajo continuamente con los campos energéticos de la Tierra y de la Nueva Tierra, y ellos espiralan, y las hebras, como nuestro ADN, se mueven simultáneamente hacia arriba y hacia abajo.

Para mí, esto es tan simbólico para nuestro tiempo. Debemos convertirnos en la esfera y la energía espiral que es infinita y siempre se renueva. No se puede forzar la espiral en un agujero cuadrado ni intentar encerrarla. Simplemente se liberará, porque no puede ser atada ni encadenada.

El Amor Divino está tan omnipresente en ti que te forma, te reinventa. Y más aún: ahora te estás preparando de maneras mucho más grandes y poderosas para servir amorosamente en la Nueva Tierra y en la Nueva Era Dorada del amor y la inocencia, mucho más allá de tu imaginación.

Para mí, cada nuevo día es un regalo del Amor Divino, porque cada segundo, cada minuto, cada hora trae un nuevo crecimiento, nuevos y más altos caminos de experimentar, ver, sentir, ser y expandirse en el Nuevo Cuerpo de Luz Solar. ¡Qué alegría ver cómo lo nuevo surge en mí y a mi alrededor!

Disfruta este momento presente al máximo, porque contiene el Omniverso en cada respiración.

Judith Kusel