Ahora nos movemos dentro y fuera de múltiples dimensiones, ya que nos encontramos en la nueva energía espiralada de oro blanco.

El tiempo ya no existe en la 3.ª dimensión.
Experimentaremos saltos temporales, y si de repente, aunque sea por un solo suspiro, regresamos a la 3.ª dimensión, puede sentirse como si aterrizáramos de golpe, como lo experimenté hoy.
Nos volveremos invisibles para los antiguos, y será cada vez más difícil actuar en lo antiguo.
«Estar en el mundo, pero ya no ser parte de él.»
Hemos entrado en el espacio cósmico infinito.
Nosotros, como semillas estelares, ahora recordamos cómo viajar como almas en el universo infinito, donde todo es posible, a través del espacio.
Deja que el alma sea tu luz guía, uno con la fuente divina en ti.
Nada es ya como parece.
Sé como el agua, fluido.
El trabajo de respiración es ahora imprescindible.
Deja que nuestra alma tome el primer plano.
Para siempre libres.
Judith Kusel

El recuerdo de la unidad. Judith Kusel

Septiembre 2025
Cuando uno ha experimentado la unidad y el apego a todo lo que es, entonces todo lo que no es UNO literalmente se desvanece en nada.
Ya no tiene sentido.
En lo profundo de nuestras almas yace un recuerdo vívido de la unidad y de la profunda paz interior, paz y armonía que trae consigo.
Hay un profundo anhelo de ella, una búsqueda que a menudo dura toda una vida.
Pero la unidad se encuentra en el núcleo primero en NUESTRO SERVICIOS; sólo entonces podemos experimentarla en el exterior en su significado más profundo.
Para mí, estos momentos ocurren cuando voy justo como esta mañana, a través de un bosque natural, con el sonido del río a mi lado, la roca empinada alrededor, el canto de los pájaros, el abrazo de un viejo árbol de Yellowwood; o cuando puedo estar en el mar y convertirse en uno con el océano, la arena, el azul infinito del cielo, y el sol que besa mi rostro, y la pura alegría de la existencia en lágrimas
La vida, en todas sus formas y expresiones, es una maravilla viva, respirante, burbujeante.
Cuanto más suene nuestra propia conciencia, más a menudo surgirán tales momentos de unidad y conexión.
Cuanto más fino sea nuestro voto, más nos sintonizamos cósmicamente.
Todo lo que se separa es perder atractivo.
Buscamos el santuario interior en corazón y alma.
Unidad dentro de nosotros. Porque no tiene precio; no se puede comprar ni intercambiar.
La unidad es, de hecho, el desenvolvimiento de la divinidad en nosotros.
Y la Madre Tierra y la Madre Naturaleza están llenas de la misma divinidad. Así que lo que hay dentro se refleja incluso en el exterior.
Todo es UNO.
Qué amor. Qué alegría.
Infinito que se expresa como una unidad.
Judith Kusel
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