
Ama a todos como son. Judith Kusel
- Febrero 2025

Cada alma en esta tierra anhela ser amada, en lo profundo del corazón, como realmente es. Y sin embargo, a menudo nos resulta difícil amarnos en nuestra integridad, con todas nuestras sombras y luz. Pertenecen juntos, se equilibran y crean equilibrio.
Fuimos moldeados desde temprana edad por nuestras familias, la sociedad, el sistema educativo.
Nos dijeron quién debíamos ser. A menudo se nos instaba a adaptarnos.
Aquellos que estaban de otra manera, que interrogaron, fueron excluidos.
Muchos comenzaron a negarse a pertenecer. Pero en lo profundo de nosotros sabemos que nada está mal con nosotros.
Cuántas veces fuimos ridiculizados de niños por nuestra imaginación, cuántas veces nos dijeron que lo que sentíamos o veíamos no era real?
Pero algunos de nosotros decidimos mantenernos libres o lo hicimos más tarde.
Muchos, sin embargo, han caído en un estado de adaptación, sometidos a la voluntad de otros y olvidado su propia verdad. Pero ahora todo está cambiando.
Nos recuerdan nuestra esencia, nuestros viejos patrones se están desmoronando.
De repente nos damos cuenta de que gran parte de lo que se nos ha enseñado no es cierto.
Que la gente en la que confiábamos no fuera lo que teníamos. Los secretos familiares y las características intergeneracionales también están saliendo a la luz.
Pero la vida misma es la escuela más grande.
La verdadera sabiduría no se encuentra en los títulos académicos, sino a menudo en los encuentros más simples.
Cada alma es perfecta, creada sin mancha.
Nuestras sombras no son nuestro error, son nuestra maestra.
Nos ayudan a crecer, a ser más compasivos, a amar más profundo. El que sabe que el dolor puede llevar mejor la curación a los demás.
Si nos aceptamos plenamente con todos nuestros lados claros y oscuros, sólo entonces podremos realmente amar a los demás. Sin querer cambiarlos.
Porque a menudo no recordamos la perfección de una persona, sino de sus pequeñas peculiaridades, sus risas, su imperfección, lo que lo hace tan único.
Una vez un niño cantó «Jingle Bells» en una biblioteca, pero en vez de un trineo abierto de caballos, cantó un caballo abierto de un solo billete lleno de convicción.
Quería corregirlo al principio, pero luego se lo dejé.
Sus rayos eran más valiosos que cualquier palabra correcta.
Podemos hacer un amor, amarme, amarla hoy y todos los días?
Podemos tomarnos en nuestros brazos y decir, «Te amo, así como eres» y realmente malo?
Y podemos decir lo mismo a otros, gracias por ser como eres. Te amo.
Imagínese lo rápido que cambia el mundo cuando comenzamos a vivir este amor.
En verdad todos estamos conectados.
Gracias por ser como tú.
Judith Kusel
http://www.judithkusel.com
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