El cuerpo de cristal se transforma con pensamientos positivos / Isabel García Martínez

En la tercera dimensión, el centro de la tierra consta de magma, líquido, fuego resplandeciente. Y en la quinta dimensión, el centro de la Tierra está hecho de silicio líquido.

Durante este tiempo de cambio dimensional, cuando somos capaces de retener e irradiar pensamientos y sentimientos de amor y luz, nuestros cuerpos se vuelven cada vez más receptivos y sensibles a las energías cristalinas sutiles.

Nuestros cuerpos se están transformando de una base de carbono alineada con el corazón magmático de la Tierra en la tercera dimensión a una base de silicio alineada con el corazón cristalino de la quinta dimensión.

De esta manera, nuestra conciencia comienza a expandirse, permitiéndonos recibir impulsos electrónicos y energéticos desde las dimensiones superiores por toda la galaxia.

El Corazón Cristalino corresponde y sostiene la conciencia original de la Tierra. El cristal etérico es el quinto elemento y forma, crea y sostiene la red cristiana del planeta. Es un cristal líquido puro cargado de información y altas frecuencias cósmicas.

Cada cristal que tenemos a nuestro alrededor está conectado con el Corazón Cristalino de la Tierra y la Conciencia Cristalina de Gaia.

Isabel García Martínez