Vacío: Tres días de oscuridad / Isabel García García

Con el tiempo, la realidad dorada metálica comienza a oscurecerse y desvanecerse.

El oro brillante se vuelve opaco y continúa perdiendo luz a medida que el mundo entero se vuelve oscuro y negro.

La oscuridad te rodea y el viejo mundo desaparece para siempre.
Ya no puedes ver nada, ni siquiera tu cuerpo.

Te sientes estable, pero al mismo tiempo sientes que estás flotando.

Tu mundo familiar ha desaparecido. No tengas miedo ahora. No hay nada que temer. Esto es completamente natural.

Has entrado en el vacío entre la tercera y la cuarta dimensión; el vacío del que surgieron todas las cosas y al que todas las cosas regresan. Has entrado por la puerta entre mundos. No hay sonido ni luz.

Es la privación total de los sentidos en todas las formas concebibles. No hay nada que hacer excepto esperar y sentir gratitud por tu conexión con Dios.

Probablemente estés soñando en este momento. Está bien. Si no sueñas, te parecerá mucho, mucho tiempo. En realidad, son sólo unos tres días.

Para resumir,
este período puede variar desde dos días (el período más corto conocido hasta la fecha) hasta alrededor de cuatro días (el período más largo jamás experimentado).

Normalmente son entre tres y tres días y medio. Estos son, por supuesto, días terrestres, y es tiempo experiencial, no tiempo real, porque el tiempo tal como lo conocemos ya no existe. Habéis llegado al «Fin de los Tiempos» del que hablan los mayas y otras religiones y pueblos espirituales.

Isabel García García

Puntos de Luz