Arcángel Uriel
Carta VII
 Julio 7 de 2014

Saludos amados hijos e hijas del Uno.

Soy Uriel, Arcángel de la Reversión, Presencia instalada y resonante en el Verbo Vivo, en el Sol, en la Tierra, en los Elementos y en vuestra forma.

Acojan el Fuego Vivo de Mi Presencia.

…Efusión vibratoria…

Escuchen el Canto de la Liberación.

Escuchen el canto de la reunificación.

Regocíjense en este cántico, porque él es la vibración conjunta de todas las almas del Planeta, invocando la instalación definitiva de la Luz Una en este mundo, invocando el despertar de la Luz en los átomos.

Abran sus sentidos y la mente para la reversión.

Permitan que la barca sea impulsada por los vientos ardientes del Gran Espíritu.

No hay nada que temer, porque el puerto es seguro, y el destino cierto.

De hecho, ya se puede vislumbrar la otra orilla, a pesar de la apariencia de turbulencia de las aguas y del furor de la atmósfera.

                          

Este movimiento de los elementos, niños, solo les parece turbulento porque el condicionamiento del medio y de la supervivencia de la persona individualizada, colorea su percepción.

El comportamiento de los elementos, es de hecho, intenso y vibrante, pero la intensidad el júbilo y la vibración es respuesta al Fuego que desciende y se instala en los intersticios de la materia en el olvido y ahora redimida.

Únanse a los elementos en un canto de alabanza y gratitud.

Acoged la radiación de los elementos primordiales en su cuerpo, sentidos y mente.

Pues ellos constituyen todo, inclusive su forma multidimensional.

Ábranse con dulzura y percibirán que la acción de los elementos planetarios es también dulzura y amor, así como firmeza. Ellos responden, sin embargo, a la urgencia de los tiempos y preparan el colapso del rostro primigenio de Gaia.

Sintonicen

con el Corazón Cristalino de la Tierra y sincronicen su pulsar con el pulsar del Corazón Solar. La Presencia Ígnea del Logos Solar, el Cristo de la Luz invade sus corazones.

Sincronicen con su pulsar y percibirán el aura ardiente que los cubre.

La Madre Divina es flameante, así como suavidad en este manto.

…Efusión vibratoria…

Celebremos juntos, bien amados, el despertar y la redención. Acojan una vez más el canto de la Vida y el Amor.

Yo los saludo y los acojo en el Reino de la Comunión y de la Paz. Los amo.

Selén Om

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