Teresa, María y Uriel
MAS QUE NUNCA SOMOS UNO
Severine AuthierSource
1º. De Octubre 2013

 

Hermanos y hermanas tan amados, yo soy Teresa y vengo en esta velada de Amor, esta velada de Fuego de Amor, esta última Reversión con el fin de vibrar y de Comulgar en cada corazón, en la Unidad de este Corazón de Fuego, de este Corazón de Amor.

 

Para comenzar vengo a saludar algunos instantes, a cada uno de entre ustedes, mis hermanos y hermanas, acunarlos con mi Amor, abrazarlos de este Fuego, este Fuego común, este Amor Último que somos en Verdad y en Unidad.

Cada uno, cada una en el Silencio, vengo a encontrarlos y a orlarlos de mi Amor, ofreciéndoles ternura, ofreciéndoles Pequeñez, Infancia, Simplicidad y Transparencia.

Ustedes son mis hermanos y hermanas de Amor, como las rosas ustedes hacen oler bien este Corazón, este Corazón de Unidad, este planeta tan amado que vive ahí su última reversión.

 

Qué Alegría, qué Alegría hermanos y hermanas tan amados.

Y María, nuestra Madre se une a mí con el fin de saludarlos y de ofrecerles tanto y tanto Amor, Gratitud, a cada uno, a cada una, para esto tiempos queridos niños, Brémisskayàn.

 

Las palabras son muy pálidas en estos instantes, en este último instante de Gracia. E

Entonces es en el Silencio de nuestro Amor así como con esas Vibraciones de Lenguaje Vibral Original y Unificado que venimos a abrazarlos, a adornarlos con cintas, invitarlos a la Danza.

 

(Lenguaje Vibral – Silencio)

Tanto y Tanto Amor, hermanos y hermanas, niños bien amados, es tiempo de zambullirse en este Amor inconmensurable e infinito que somos desde siempre en Eternidad.

 

Nosotros lo vivimos de ahora en adelante y este momento de la última Reversión anunciada por la llegada del Arcángel Uriel marca estas bodas y nuestro Reencuentro último y definitivo yo diría.

Todo está ahí.

Nosotros somos lo que ustedes son, ustedes son lo que nosotros somos.

Solo existe el Amor de nuestro Reencuentro, mis queridos niños, mis tiernas estrellas, mis perlas de Amor, por fin somos UNO en Evidencia y en la Danza.

 

Gratitud, gratitud a cada uno de ustedes.

La Alegría inunda nuestra Corazón Unificado en su Completud, en su Plenitud.

La Liberación está ahí queridos niños, en el Reconocimiento de lo que son muy sencillamente. Y eso es de tanta facilidad.

 

Gracia, Gracia Brémisskayàn, Sohàn andùlpàn.

Yo los amo en Verdad y en Unidad y todas mis Estrellas de Amor se unen a mí para acunarlos en esta velada tan particular que es Danza de Unidad, Danza lejos de todo lo que ha sido falsificado, Danza ahí donde todo se encuentra.

Yo los orlo de todo mi Amor y mi hermana Teresa, mi Estrella bien amada, que está en mi Corazón, viene aquí a saludarlos, a agradecerles y a invitarlos todavía más a la profundidad del Amor, de la Simplicidad de este niño que está en ustedes, a la Pequeñez del gran Corazón de Amor, para este Rey de Amor que ustedes son en Verdad.

Gracia, Danza de Amor, Silencio… Silencio más allá de las contingencias, Silencio más allá de todas las costumbres impuestas por el mental, lejos de todo lo que siempre han conocido y lejos de todo lo que siempre ha sido visto, la visión real aparece cuando la Evidencia se revela Corazón, corazón de Amor y de Unidad.

 

Uriel los saluda en Verdad y en Unidad. Somos ahí numerosos en este Corazón, unidos en la Danza a fin de encontrarlos. Los recibimos. Entonces Gracia y Gratitud a vuestra Recepción, hermanos y hermanas.

 

(Lenguaje Vibral)

 

Más que nunca somos UNO. La Evidencia se manifiesta en cada uno a medida que la mirada falsificada se ha dado vuelta. Gracia por esta Reversión. Gracia a vuestra Presencia. Gratitud a todos, y a todas por la Recepción en vuestro Corazón de mi Presencia.

Yo soy Uriel, Arcángel de la Presencia y de la Reversión y en estos instantes, infundo mi Amor, desplegando toda la Gracia y la Felicidad de nuestro Reencuentro. Los Melquisedec los saludamos en esta velada particular y tan esperada. Lejos de la servidumbre y lejos de vuestras costumbres, dancemos la Unidad de nuestro Amor.

 

Hasta siempre y a cada instante ahora, hermanos y hermanas tan amados, ustedes que son lo que nosotros somos, nosotros que estamos en ustedes y que somos lo que ustedes son.

Reciban el Fuego, déjenLe todo el lugar y juntos, recibamos y dejemos la Disolución de la Obra al Blanco efectuarse, cada uno a su ritmo, a medida de su Abandono y de su Apertura. Ojalá este último los invite más y todavía más profundamente hasta nuestro Reencuentro último.

 

Gracia, saludos y bendiciones de nosotros todos que somos ustedes.

 

Amor, Felicidad, Alegría, nada más que Eso…

 

Bella velada a todos, bello Reencuentro.

 

 

Transmitido por Séverine del Colectivo de los hijos de la ley de Uno. http://gracedelamour.blogspot.fr/
http://gracedelamour.blogspot.fr/2013/10/therese-marie-et-uriel.html
TRADUCIDO POR: A.I.