¿Que mujer no luciría hermosamente ataviada como Shakti (Diosa) con un esplendido Sari (Vestimenta Hindú)?

  Resulta que esta delicada prenda de sencillas fibras de hilo o de la más fina seda está intrínsecamente relacionada con una historia increíble, pero cierta, narrada en El Mahabarata (texto védico de origen reciente – 5.000 años de antigüedad). En la antesala de La Batalla de Kurushetra, donde se enfrentaron Los Pandavas (Los Heroes seguidores del Dharma) y Los Kaurabas (los guerreros practicantes del adharma), en medio de una reunión de los clan arrastraron a Draupadi, mujer de los cinco hermanos Pandavas y en un acto de lujuria desmedida pretendieron deshonrarla públicamente rasgando sus vestiduras para ser violada antes todos; En un principio Draupadi se quejaba afligida porqué ninguno de sus señores se levantaba a defenderla, a pesar de que los llamó y les recordó su valor y heroísmo.En ese preciso instante, el pensamiento de Krishna (El Salvador) centelleó en su mente como un relámpago colmando de valor su atribulado corazón y gritó: – ¡Oh Shyamasundara!Este no es un insulto en contra mía, ni tampoco es una infame injuria en contra de los Pandavas.Es un insulto, una injuria perpetrada en contra Tuya.Tú lo eres todo, nosotros dependemos de Ti en todo.¿Es entonces justo que ahora toleres que se perpetre esta cruel afrenta en nuestro honor?

Nosotros te dedicamos nuestros corazones.

¡Escucha!

He dedicado mi ser a Ti.

Quizás Tú no estés contento con todo lo que hemos ofrecido a Tus pies.

Que Tu voluntad prevalezca.-

 De esa forma ella se rindió completa e incondicionalmente al Señor –

En ese momento, El Guardián Supremo del más allá y de TODO lugar, Lord Krishna,

El Salvador de TODOS los que se rinden a ÉL, tomó su sufrimiento, se movió en silencio, sin que nadie lo notara

¡Y sucedió lo Mágico!El sarí que ese salvaje kauraba quiso quitarle, con el fin de humillarla se convirtió en una prenda interminable. Los presentes no salían de su asombro ante tamaño milagro;Así los hombres buenos y sabios pudieron comprobar que la Verdad y la Rectitud (Sathya/ Dharma) nunca pueden ser dañadas.

Cuando se evocan imágenes de India no es extraño que pensemos en una mujer ataviada con un sari, ya que esta prenda de vestir se ha vuelto representativa de ese país de hecho se ha convertido en la prenda de vestir femenina nacional de India y por supuesto a trascendido sus fronteras ya que esta prenda llena de colorido, elegancia y funcionalidad se adapta para las más diversas situaciones sociales tanto para la vida diaria como para reuniones  más importantes.

Se tiene información sobre él   desde el año 3000 a.C. en donde ya es mencionado en la literatura y pintura hindú.

Por lo mismo no es algo raro que hayan leyendas e historias asociadas a su origen, una de ellas dice que el sari se originó en el telar de un tejedor a quien le gustaba mucho soñar, y un día mientras él tejía en su telar soñó con una mujer y la forma en que las lágrimas que brillaban caían por su rostro, vio como su cabello caía sobre sus hombros, Imaginó además sus diferentes estados de animo cada uno con distintos colores y la suavidad de su piel al tocarla.

Con todas estas ideas en su mente él tejió sin detenerse durante mucho tiempo, tejió muchísimos metros.

Y cuando miró lo que había hecho, él sonrió lleno de satisfacción.

Esta historia pretende explicar porque las mujeres usan saris y es porque esta prenda destila femeneidad, ya que fue hecha pensando en las cualidades de la mujer.

     

Mucha de  la gracia y elegancia del sari, se encuentra en unos 5, 6 o 7 metros de tela rectangular de largo y 1,20 de ancho, que se enrollan por el cuerpo de una determinada manera, adaptándose a todas las situaciones y necesidades con una versatilidad sorprendente.

El estilo, el color y las formas son variadas, desde el algodón hasta la seda, o desde un poliéster sintético hasta la más exquisita y elaborada tela.

El sari tiene un encanto que no decae con el tiempo, se ajusta a todas las tallas y puede acentuar o esconder ciertas partes.

Según el modo de vestirlo, y según su color, calidad o textura, podrá también ser el indicativo de un determinado estatus, edad, ocupación, región, religión en la mujer que lo viste.

 

Pero se usa además en combinación con otras prendas que son el choli que es otra de las típicas prendas para la mujer en India.

Es una blusa muy ajustada y corta que se viste debajo del sari.

Esta prenda, ya conocida varios milenios antes, en un principio cubría solamente la parte frontal, mientras que la espalda permanecía al descubierto.

Aun pueden observarse cholis similares en el Rajasthan.

Pero con el tiempo, evolucionó hasta convertirse en una hábito ampliamente extendido por toda la geografía de la India, aunque sigue siendo corta y poniendo al descubierto parte del ombligo y de la espalda.

También se usa un fondo o enagua que se ciñe a la cintura de preferencia con un cordón para poder ajustarlo el color generalmente es el mismo del sari , también se puede usar en contraste

 

 

 Quienes deseen tener acceso a este historia pueden Leer el  Bhagavatha Vahini (El Bhagavatha)